sábado, enero 24, 2009

FRASES

FRASES Y MAS FRASES.

Si el miedo es algo que todos sentimos, quién es más valiente ¿el que no lo muestra y no lo afronta o el que lo afronta peo si lo muestra?

Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo

Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar.

miércoles, enero 14, 2009

MIS CHICOS


Hust , perro cabron , eres lo que nos queda , gran amigo mio , me traes por la calle de la amargura , hay veces que no se si te odio o te quiero , lo que si que esta claro es que no sabria que hacer sin ti. Espero nos dures muchos años.


Hay la bubilla , terca y cansina como nadie , cuantos buenos momentos nos hiciste pasar , risas y sufrimientos , gran amiga y compañera de hust , me encantaba verte por mi casa llenando todo de babas y quitandole todo a mi perro.En ese fatidico dia algo mio se fue contigo y es por ello que nunca te podre olvidar , compañera de fatigas de ella , inolvidables tardes y noches de compania le brindastes , gracias a tu cariño y compresion ella salio adelante.Ella que siempre te estara eternamente agradecida , irremplazable , siempre estaras con nosotros , muestra de ello , estas palabras.

DAM


Hay dam aun andas en nuestros recuerdos , dejastes huella en tu andadura por nuestras vidas , amigo fiel , noble y valiente ; partistes camino del cielo dejando gratos recuerdos entre nosotros , recuerdos que nunca olvidaremos.

CAJAS DE BOMBONES Y GALLETAS SURTIDAS, ESAS GRANDES DESCONOCIDAS

Yo quiero hablar acerca de algo que todos sabemos que existe pero que nadie conoce lo suficiente: las cajas de bombones. Sabemos que existen, las hemos visto... pero ¿Cuántas llegamos a abrir? Son como el cuerpo humano: Sólo las abrimos si es estrictamente necesario.

No las abrimos porque son un regalo. Ni aunque nuestros hijos estuvieran aullando de hambre.

Cariño, ya no queda carne de perro en la nevera, y los niños pasan más tiempo desmayados que conscientes... ¿no crees que ha llegado la hora abrir la caja de bombones ¿Qué le vas a decir? ¿que sí?, ¿y si mañana tuvieras que hacer un regalo...?

Son un regalo reciclable. Según nos llega la escondemos en un armario... además no es necesario abrirla, hemos desarrollado el oído a tales niveles que simplemente con agitarla ya decimos tate, bombones, al armario; Y allí se quedan hasta que seamos nosotros los que tenemos que hacer un regalo.

Las cajas de bombones ni se crean ni se destruyen, se reciclan.

Cuando nos la dan fingimos mucha ilusión. Como si se tratara de algo que nos hace falta, como unos guantes, una caja de herramientas... un marcapasos.

Bombones... ¿Quién te lo ha dicho?,... además a esta yo ya le había echado el ojo, ... menos mal que me la regalas porque tenía pensado comprármela yo; Pero mientras, ya estás diciendo: "esta se la coloco a mi hermana por su cumpleaños"

Las cosas cambian si el regalador está presente. En ese caso estás atrapado, hay que abrir la caja por pelotas.

El ritual: Lo primero es quitarle el papel con todo el cuidado del mundo. Me tengo que comer los bombones por pelotas, pero al menos el papel lo regalo.

Somos novatos en lo de comer bombones, nos los comemos con miedo. No en plan: ¡hala, pa dentro!, No, no. Le damos un mordisquito... analizamos su sección. No sabemos con qué nos vamos a encontrar.

Es como la ruleta rusa. Todos los bombones son aparentemente iguales y tanto te puede tocar el delicioso praliné, como la temida naranja (pausa) amarga (pausa) confitada.

NARANJA AMARGA CONFITADA ¡¿Qué retorcida mente sin escrúpulos puede inventar ese sabor?!, NARANJA bueno. Pero AMARGA y CONFITADA... Pero si la fruta confitada es lo que sobra de todas las cestas de navidad... ¿Por qué nos empeñamos en meterla dentro de los bombones?

Eso se solucionaría si se les marcara de un modo especial. Como se hace con los de licor.

Nadie se la juega con uno que este envuelto en papel rosado, o en celofán rojo. Ya sabes con qué te vas a encontrar... con el líquido pegajoso y con la cereza seca. Nadie se los come y todos en paz.

Pero si ustedes son pobres, como yo, lo más parecido a una caja de bombones que van a ver en sus vidas es la caja de Surtido Cuétara. La caja de galletas surtidas es como la caja de bombones de las clases proletarias.

Y la curiosidad es que, en las galletas surtidas, lo primero que desaparece son ésas que están envueltas en papelillo de color. Todo lo contrario que en las cajas de bombones.

Ahh..., deliciosas, chocolateadas y abarquilladas galletas. ¿¡ Cómo pueden estar en la misma caja que una que una galleta de arena!?... La han visto, ¿verdad? Una galleta que si la miras, parece arena. Luego la coges y dices Parece arena, La muerdes y dices Coño, esto es arena.

Cumplen las mismas funciones, se regalan, se llevan a meriendas... y sólo se sacan en ocasiones especiales. Por muy mal que vayan las cosas. Cariño, los niños han empezado a comerse a su hermanos muertos. No crees que deberíamos...

¿Qué le vas a decir? ¿Qué sí? ¿Y si mañana tuvieras visita?

La visita se va y los niños sólo tienen acceso a las galletas de arena o a las de cerámica... Pero en su mente hay una meta muy clara: el piso de abajo. Sí, todos sabemos que hay unas normas: no se pasa al piso de abajo hasta que no haya desaparecido la última galleta de arena. Pero los niños tienen sus propias consignas: Muerte a las galletas de arena, el barquillo para el que lo trabaja.

El hombre tiene esa extraña manía de sacar lo bueno sólo para las visitas. La Coca-cola, la vajilla buena, las galletas danesas, los cacahuetes bañados con miel y ligeramente salados. ¿No es un poco absurdo? Es como si en un momento íntimo con tu mujer... te reservaras el orgasmo por si baja la vecina.

No lo entiendo, de verdad. Buenas noches.

El club de la comedia

lunes, enero 05, 2009

LOTERIA DE NAVIDAD

Parece mentira que en una época como la Navidad, cuando se supone que tenemos que ser todos buenos y felices, algo que despierta nuestros más bajos instintos: la lotería. Sí, sí, no pongan esa cara.
Seguro que todos ustedes llevan lotería. Y, ¿por qué la compran?. Sean sinceros, ¿por ilusión?. No, por ilusión se compra un decimito. Los demás se compran por envidia. Porque no soportaría que les tocasen a los de su barrio y a ustedes no.

Miren ustedes, yo cuando me compré el primero me dije: “Mira, a ver si salimos de pobres, si me toca lo repartiré con la familia, le daré un millón a mi hermana, le compraré el coche a mi cuñado, a Mariví un reloj de oro, y a mi suegra unos guantes de boxeo que le han hecho ilusión toda la vida”Pero un día llegas al bar de debajo de tu casa y el camarero te dice:

- Tengo lotería, te lo digo porque todo el mundo ha comprado, tu verás lo que haces ¿eh?

Oye, que el tío te amenaza: y tú que no pensabas comprar, de pronto te imaginas el día de lotería con el bar lleno de gente brindando:

- A mí me ha tocado diez.

- A mí treinta.

Y que alguien te señala y dice:

- Mira, a ese le ofrecieron y no compró.

Eso te marcará para toda la vida. Ya pueden pasar años, que tú serás siempre “el pringao que no compró”. Y hasta te imaginas a tu mujer pegándote la bronca:

- ¡Desde luego, con la cantidad de horas que echas en el bar y no comprar… qué inútil has sido toda la vida!

Y claro, le dices al camarero:

- Dame cuatro.

A partir de ese momento, la envidia te hace coger toda la lotería que te ofrecen: la de la panadería, la de la oficina, la del hogar del pensionista… Y ahí no acaba la cosa: pierdes los escrúpulos y hasta tus principios. Si te ofrecen lotería del PP, tú, que siempre has sido de izquierdas, la compras. Y ahí tienes dos boletos con la gaviota en tu cartera, al lado del carnét de Comisiones. Y como toque, serías capaz de cantar la musiquilla: “Tatán…tatán…tataratatán…” Y todo por la lotería. ¿Ven como saca nuestros peores instintos? Estás tan obsesionado con que te toque, que incluso crees en cosas de las que normalmente te ríes. Sale Aramis Fuster por la tele diciendo:

- Este año acabará en nueve, o en ocho, y hacedme el favor de ser muy felices…

Y compras uno. Luego sale Rappel:

- Mi tarot te ayuda, el Gordo va a acabar en seis.

Llama mi cuñada y dice que ha soñado que ha acabado en cinco. ¡Cago en diez!Y luego llama tu suegra:

- ¿Habéis comprado un número donde las inundaciones del año pasado?

Y empiezas a mirar dónde fue la inundación más grave, que desde luego hace falta ser degenerado para ir a comprar donde hubo una desgracia:

- ¿Y dice usted que el agua sólo les llegó al tejado? ¿Y que no hubo muertos? ¡Bah! Eso no es una inundación ni es nada…

Y luego, ya, el colmo. ¿Se han dado cuenta de que si la lotería es de otra ciudad nos parece que tiene mucho más valor? El que tiene te la ofrece como si fuera hachís:

- Tengo lotería de Ponferrada.

- ¿De Ponferrada? ¡No me digas! Pásame dos.

- Te paso uno por ser tú, pero no se lo digas a Rebolledo.

Eres un canalla que piensas: “Como toque en Ponferrada, se va a enterar Rebolledo.” La cuestión es que aparecen tus peores instintos: “A mi hermana no tengo por qué darle nada. Y bien pensado, si mi cuñado quiere comprarse un coche, que ahorre… Y mi suegra, con unos guantes de cocina va que se mata”.Por fin llega el día del sorteo y por supuesto no te toca. Y encima tienes que aguantar las imágenes de la tele, que a los diez minutos te sacan a unos tíos en la puerta de un bar cogiéndose del cuello y saltando: “¡Oeee! ¡Oeee! ¡Oeee! ¡Oeee!” . De repente te fijas: “¡Coño, si es Rebolledo! Ha tocado en su barrio y el tío no me ofreció. ¿Será desgraciado? Hace falta ser mala persona”.Pero lo que ya no puedo soportar es cuando sacan a uno que le han tocado 50 millones, que está como si nada:

- ¿ Y usted qué va a hacer con el dinero?

- Yo nada, tapar agujeros…

¡Tapar agujeros! ¿Pero qué agujeros tendrá ese tío? Apagas la tele y te bajas al bar y nada más entrar te sueltan:

- No nos ha tocado nada, pero lo importante es que haya salud

¡Pero eso faltaba! Que encima de que no me toca la lotería me atropelle un camión. ¿Será posible?

En fin, queridos, que más que desear que nos toque la lotería, lo que hay que desear es que no le toque a nadie cercano.


visto en macarras.org

fuente el club de la comedia