sábado, mayo 05, 2007

reacciones estupidas ante el miedo

Qué malo es el miedo, ¿eh? Los seres humanos no estamos preparados para el miedo, no nos sabemos comportar con dignidad. No hay más que ver la cantidad de gilipolleces que hacemos cuando tenemos miedo.



Porque vamos a ver, tú estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño, ¿y qué haces? ¡Te tapas con la sábana! ¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sábana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡Hombre, por favor!



¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, que ya tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien, fantástico. ¿Se imaginan que un día nos encontrásemos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?:

-Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?

-A ver, hay que ganarse las lentejas.

-¡Pero hombre de Dios! Salga de ahí que se va a quedar frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusilla. Máteme en la cama, que estará más cómodo.



Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro? Otra situación. Oyes un ruido raro en casa y te levantas, 'acojonao', en calzoncillos, y preguntas: -¿Hay alguien? ¿Pero qué crees, que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, te dé a gusto. ¡Ay!



Otra. Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuese Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú acojonado. ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asita de plástico que hay encima de la puerta. Ya se puede estampar si quiere, que tu vas cogido a la asita... En esta situación, las madres lo que hacen es que se agarran al bolso y se lo ponen delante, como si fuera un airbag.



¿Y cuando vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltas también las manos del manillar. Eso es. Pero ¿qué crees que va a pasar? ¿Que vas a salir volando como E.T.?



Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo. Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy biebebeben! Eso es, da más datos. Lanza una bengala.



¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un atracador, pensará: "Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué nochecita llevo". Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa?, ¿que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares? ¡Ay!



El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño: "Brramb". ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor.



No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si por ejemplo hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tienen problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un móvil en posición vibrador.



Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacia ti y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo, quedarse quieto.



Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta: gritar. Claro que sí, muy lógico. Si estás friendo un huevo y se te prende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco: -¡¡Que se me queman los huevos!! Y si viene otra persona, se une a ti con sus gritos: -¡Que se te queman los huevos! Pero ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Hombre, por favor!



Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo. Ahora, eso sí, ¡que me esperen muchos años!


club de la comedia

cuestiones de la vida

1. ¿Por qué el pan de molde es cuadrado, si el choped, el salami, la mortadela… son redondos? ¿Quién tiene la culpa de esto, los tranchetes?

2. ¿Por qué cuando yo compré el piso no me dieron la canica que tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a partir de las doce de la noche?

3. ¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?

4. ¿Por qué cuando nos sonamos los mocos abrimos el pañuelo y miramos lo que hemos echado? ¿Qué esperamos encontrar? ¿Berberechos?

5. ¿Por qué cuando nos cuelgan el teléfono nos quedamos mirándolo como si el teléfono tuviera la culpa?

6. ¿Por qué en las pelis de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿¿¿Qué hacen los espíritus ahí detrás, fotocopias???

7. ¿Por qué hay tanta gente que cuando come un helado de cucurucho, a la mitad, muerden el piquito de abajo? ¿No saben que por ahí les va a chorrear?

8. ¿Por qué cuando te duele una herida, siempre llega alguien que te pregunta: '¿te duele? eso es que se está curando…' Que me imagino a Jesucristo con los clavos, y la Virgen: ¿te duele? fenomenal!!, en tres días vas a estar como nuevo…

9. ¿Por qué en las iglesias ponen pararrayos? ¿No las protege Dios? Un poquito de confianza, ¿no?

10. ¿Por qué cuando llegamos a lo alto de una montaña nos ponemos las manos en las caderas?

11. ¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?

12. ¿Por qué nos da por ir a la nevera cada cuarto de hora si siempre hay lo mismo?

13. ¿Por qué cuando nos llaman al móvil sentimos la necesidad irrefrenable de ponernos a andar de un lado a otro?

14. ¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver nuestra casa? 'Mira, mira ahí, al lado del edificio rojo…'

15. ¿Por qué cuando echamos una carta al buzón no podemos evitar mirar por la ranura e investigar qué hay dentro? Qué esperamos encontrar? ¿un cartero enano?

16. ¿Por qué abrimos los ojos cuando estamos a oscuras? ¿Qué creemos, que tenemos superpoderes?

17. ¿Por qué nos da tanta vergüenza quedarnos en calcetines cuando vamos a una zapatería? ¿Por qué en cuanto nos traen el calzado que hemos pedido nos lo ponemos a toda leche?

18. ¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos ponemos morenos en verano que en cuanto lo vemos se lo decimos al de al lado? 'Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj, pero no'

19. ¿Por qué cuando un aparato eléctrico no funciona no se nos ocurre otra cosa que apretar con más fuerza el botón de encendido?

20. ¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos abre la boca de esa manera tan extraña? ¡Es colirio, no tequila!

21. ¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?

22. ¿Por qué cuando vas de viaje te sientes culpable si no visitas los museos?

23. ¿Por qué cuando nos enfadamos nos cruzamos de brazos?¿Qué ganamos con ello?

24. ¿Y por qué cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas? ¿Creemos que un cuchillo no las atraviesa?

25. ¿Por qué has mirado al techo al leer la pregunta número 11?




Gracias deivix